Rubén Astudillo y Astudillo (El Valle, Cuenca, 1938 – January 16, 2003) was a poet, journalist, and diplomat. He began his writing career in Cuenca, where he created the Amanecer literary group and produced a magazine by the same name. In 1957, he published his first collection of poems, “Del crepúsculo,” followed by “Trébol sonámbulo” (1958), and “Desterrados” (1960). He then established the literary journal Syrma. In 1963, he published his best known poetry collection, “Canción de lobos,” with which he pioneered what he termed as poesía testimonialista [testimonialist poetry] in Ecuador. He served as a diplomat at the Ecuadorian embassies in Israel, Cyprus, Venezuela, Vietnam, and China.
Condolence letter
The following is an excerpt from the condolence letter written by Li Deming, director of China Hoy, on March 14, 2003, in Beijing, China, to Ecuador's Embassy in China on Rubén Astudillo y Astudillo's death. During my more than ten years as director of the Spanish section of the monthly magazine China Today, Mr. Rubén Astudillo y Astudillo collaborated with me as a close friend and wrote numerous articles to foster friendship between the Chinese and Ecuadorian people. Mr. Rubén Astudillo y Astudillo, with whom I had long and unforgettable years of contact and friendship, both at work and in daily life, had a deep feeling for the Chinese people, which he expressed deeply and broadly in his book of poems "Celebración de los momentos," [Celebration of the moments]. He adored China's rivers and mountains, its cities and countryside, its culture, and its people; he adored young students of the Spanish language, giving lectures at Peking University and Peking Culture University about Ecuador and the literature of his homeland. Rubén Astudillo y Astudillo spent more than ten years in China, divided into two stints as Ecuador's Minister of Consular Affairs. During his first trip to China in 1987, he wrote "Celebración de los instantes," a poetic work in which he expresses his deep affection for our country. This is one of the reasons he chose to return to China for the second time, despite the fact that he had other options. Mr. Rubén Astudillo y Astudillo demonstrated a strong interest in Chinese literature, having read numerous works by Lu Xun, Mao Dun, Guo Moruo, and other authors. He had also gone to great lengths to incorporate them into the reading materials of his country's higher education institutions. To that end, he asked me to set up an interview with researchers who specialize in these authors in order to start a project. In turn, he took every opportunity to promote Ecuadorian literature to Chinese university students, giving lectures at Peking University and Peking Culture University. As a poet, Mr. Rubén Astudillo y Astudillo wished to meet and exchange experiences with Chinese poets. Among the poets he met were Ai Qing and Yang Zimin. Mr. Rubén Astudillo y Astudillo was an outgoing and approachable individual. We met with other friends and paid frequent visits to each other in our respective homes and offices. The discussions almost always centered on Chinese, Ecuadorian, and Hispanic literature in general. We also discussed everything Chinese: customs, gastronomy, traditional medicine, acupuncture, painting, lacquerware, porcelain, crafts…; Because he was an avid collector, his house was almost a museum of Chinese items. We also discussed how to improve the reporting quality of our magazine, China Today. Neither I nor any of Rubén's Chinese friends will ever forget the cheerful atmosphere in which we conversed with him.
Poems
ORACIÓN PARA SER DICHA AULLANDO O TERCER INTENTO DE SALVACIÓN. Arrastrados por el miedo le crearon los unos; por la pasión los otros; alguien tal vez por cobardía; por la soledad, muchos. pero si yo pudiera; si este poder nos dieran, lo haríamos tan solo por la pena. cuánto debes sufrir en tu abandono, pordiosero, limosnero de nombres y de preces. cuánto deben dolerte los mundos que no hiciste; los trapos de color en donde te han podrido; y, el aire consagrado en donde tanta peste te sobreapesta el agua. no te odiara ni amara si existieras, (me han dado la evidencia de que tu nunca fuiste, -entre paréntesis-) pero si es que existieras en verdad, te invitara a que caigas y nos llegues; te diera mi camisa y mis zapatos; mi chompa; mi blue jean; y mis pañuelos; mi modo de beber y mi costumbre de abrazar hasta olvidarme las esquinas, los bares y las pistas. hecho hombre y en ahora, te llamara a que vivas y goces con nosotros, si alguien puede gozar en estos días. así yo te proclamara. así yo te creara. con otro nombre te dibujara el mundo: el que te han puesto debe dolerte mucho. pesarte a cuchillazos. y a terrores. yo te llamara amigo. es la única palabra con que puedo zurcirte los pedazos que restas: es la única lámpara con las manos salvadas en esta gran resaca. amigo, en nuestras jorgas fueras; asistieras al cine; rodaras las aceras; con nosotros conocieras el nombre de todas las palabras. pienso que te estoy viendo y estallan las mañanas del sueño en media luna: sentado a nuestras mesas; con nuestros mismos tragos amasando tus mundos; gimiendo el rock. oyendo los ladridos de amor del jazz; con nuestros mismos gritos dulcificando el aire; con nuestros mismos pasos de veleros cansados señalando la ruta que el sol debe seguir, después de cada fiesta. vieras que nuestra música es mejor que los coros de tanta virgen loca; de tanto anciano turbio; de tanto ángel sin sexo. que nuestro paraíso está aquí y hundidos vamos a sorbos largos en él y a trote rojo como caballos ebrios, mientras la vida tiene sentido, únicamente, por estas pequeñeces que te cuento y te invito: una canción, un árbol, una mujer, un bar, una luz en la selva, una vela en el agua. si existieras, por la pena que causas, cuánta falta nos haces. si hubieras, qué bien nos llevaríamos contigo por hombres, por solitarios, por abandonados. lo malo es que no existes; yo tengo esta evidencia y me ahogo gritándote por la falta que me haces. lo malo es que no existes y ya ni nosotros te podemos crear para que no estés solo. y lo peor de todo árbol que no veremos, agua que no tendremos; nube que no vendrás, es que así te creáramos no fueras sino otro de los tantos despojos enfogatado en el alma; cada vez que te han creado te han muerto; nunca te han dejado niño; han hecho que te olviden; te matarán de nuevo si es que vienes. quédate donde estás amigo, hermano, nadie. a lo mejor tú eres ese sabor que busco desde antes; desde siempre, quédate donde estés; deja que nos hundamos; sálvate tú siquiera; a lo mejor te amo; sin creer en ti te amo a lo mejor, y grito no quiero que te maten no existente. más vale que no mueras otra vez, ni que vengas. a-y olvidado en la primera luna. a-y hijo nuestro que no llegarás nunca. a-y imposible porque así vinieras solo nosotros somos los animales que sobreviven, quédate donde estés. yo no quiero perderte. no quiero que te maten. aun cuando te odie a veces, en otras te amo tanto, carajo. De Canción para lobos (1966) LAS ELEGÍAS DE LA CARNE 1 Tendida te recuerdo, como un charco de ron sobre la hierba, y todo el aire como una bocanada de chesterfield besándote. Dónde estarás, ahora, Maligna entre qué muros, guardas tus tragos lilas. Entre tanto camino, cual el que todavía conduce hasta la muerte morada de tus piernas. 2 Antes, en dónde estabas. Dónde la nave nueva que salta de tus piernas. Al sur de tus colinas se halla la patria que amo; y cuando te desnudo surgen desde tu boca los ríos de mi pueblo. Listos a derramarnos en una muerte blanca nos vamos contra el tiempo sobre guitarras y uvas. La muerte y sus semillas galopan con nosotros, mientras nos agitamos. Dónde estarás mañana. 5 En medio de las sábanas sus piernas, solían incendiarse como un neón, para el combate de los frutos. Ardía el vello de su sexo curvo como una luna negra. Dura, dorada, preparada, tierna para la lluvia blanca, su arcilla comestible temblando como un tajo de sed ardiendo en agua. En qué metal sin manos arderás esta noche. Dónde estarás ardiendo. 15 Así fuimos. Ahora no son únicamente das calles, que se agrandan entre los dos. Tampoco son los días que nos van alejando y absorbiendo hasta el nombre. Es que ni siquiera ahora nos sabemos dónde. Es que no adivinamos a sabernos cómo. Es que ya nunca nos cuándo. Es que yo para ti. Es que tú para mí. Es que los dos pa ra los dos ya estamos muertos. Ves? Me están oyendo. Ya ni siquiera somos. De Las elegías de la carne (1971) LA LUNA DE XIAN: MEMORIAS Y PRESAGIOS Para María C. Súa La misma luna que esta noche cruza, con su mata de estrellas, por encima de los pinares de Xian, mañana alumbrará los eucaliptos y las capulicedas de mi pueblo. Su misma luz removerá las mismas sombras y removiéndolas renovará el viejo pacto del cielo con la tierra, para que "todo aquí, abajo, ocurra como allá" en la girante cúpula de lo alto, donde las fuerzas primordiales del universo cuidan para que "todo resuene en todo" y el resplandor de la armonía universal siga su río de infinito número de veces circulares. La luna de Xian y su mata de estrellas, riegan en esta noche la milenaria sangre del universo en este lado de la tierra. Mañana desgarrarán sus venas de paz astral sobre las altas cumbres de los Andes. Mi corazón que es parte del mundo de esas cumbres, se abre como una flor innominada y les saluda. De Celebración de los instantes (1987)
Work
- Del crepúsculo
- Trébol sonámbulo
- Desterrados.
- Canción de lobos
- Las elegías de la carne
- La larga noche de los lobos
- Del aire, el fuego y los recuerdos
- Celebración de los instantes
- El Crepúsculo de los lobos
- Dos poemas dejados por la guerra (co-written with Walter Franco Serrano)